Identificado por usar una campera robada, cayó autor de varios hurtos en balneario Buenos Aires

Ariel Stiven Almeida Rodríguez (19) fue sometido a la justicia y formalizado en relación a reiterados delitos de hurto. Fue detenido en el marco de la investigación de un hurto a una casa de balneario Buenos Aires de donde se llevó varios efectos, entre ellos una campera que comenzó a usar y que fue la que permitió identifcarlo. Luego de su arresto se lo vinculó a otra serie de robos.

El robo que llevó a detener a Almedia se concretó el 18 de setiembre, en una casa de calle 25 del balneario. La denunciante declaró a la policía que al llegar a la casa había encontrado una ventana forzada, el mosquitero roto y luego constató el faltante de alimentos, bebidas, cigarros y la campera a la postre delatora.

La investigación estableció que en los registros fílmicos del sistema de seguridad de otra casa de la zona había quedado grabado el momento en que el ladrón había entrado a la vivienda robada. De esa forma la policía se puso tras la pista de quien resultó ser Ariel Stiven Almeida Rodríguez. Unos días después, el joven fue visto vistiendo la campera robada.

La justicia había dispuesto la requisitoria de Almeida quien fue detenido en la calle y derivado a la dependencia policial. El avance del caso vinculó entonces al joven a otros delitos: el hurto de una bicicleta estacionada en calle Tamaro y Leonardo Olivera, de Maldonado, el 13 de agosto, el robo de ropas y daño en ventana de una casa de familia en balneario Buenos Aires el 20 de setiembre y al otro día el hurto de bebidas varias en comercio ubicado también en balneario Buenos Aires.

Asimismo, fue vinculado al intento de hurto, el 22 de setiembre, a una casa de familia ubicada en balneario Buenos Aires y finalmente, el 23 de setiembre, Almeida fue denunciado por un comerciante tras haberlo amenazado.

Llevado el caso a audiencia ante la sede penal de 1° turno de San Carlos, fue dispuesta la formalización de Ariel Stiven Almeida Rodríguez por la presunta comisión de reiterados delitos de hurto, dos de ellos especialmente agravados uno de ellos en grado de tentativa.

Como medidas cautelares se impusieron la obligación de fijar domicilio, con la prohibición de modificarlo sin previo aviso a la autoridad, el arresto domiciliario nocturno y la prohibición de acercamiento y/o comunicación en un radio de 200 metros y por un plazo de 90 días con respecto a domicilios y lugar de trabajo de las víctimas.