IDM ahorrará 80% con recambio de bombas de calor y transformación de centros deportivos

El intendente interino, Luis Eduardo Pereira, destacó que la administración "está dando pasos firmes" en materia de sustentabilidad y ahorro energético en los centros deportivos municipales. Esta iniciativa, impulsada por la administración que encabeza el ingeniero Antía, se enfoca en la renovación tecnológica y la reducción del uso de combustibles fósiles mediante la instalación de bombas de calor.

Los trabajos realizados en los centros deportivos de San Carlos, Piriápolis y Cerro Pelado abarcan la sustitución de las antiguas calderas por bombas de calor, una acción que elimina la contaminación y también promueve el cuidado del medio ambiente, además de generar importantes ahorros económicos.

Pereira sostuvo que el mantenimiento "será más eficiente, evitando derrames y permitiendo reparaciones sin afectar el uso de las piscinas". Adelantó que Antía dispuso un estudio -previo al llamado a licitación- con el fin de instalar esta tecnología también en la nueva piscina del Campus de Maldonado.

Asimismo, el jerarca hizo hincapié en que la IDM "es pionera en sustentabilidad, liderando este plan piloto de sustitución para la generación de energía que se traduce en una política ambiental y económica que se viene desarrollado durante los últimos seis o siete años".

INVERSION Y AHORRO
Pereira recordó que, con una inversión de más de 10 millones de pesos, las nuevas bombas instaladas en la piscina y vestuarios del CEDEMCAR ya están generando ahorros significativos. De igual forma, desde el inicio del segundo semestre de 2024, las bombas de calor de las piscinas de Cerro Pelado y Piriápolis están en funcionamiento, evitando así la compra de gas propano y generando un "ahorro considerable".

En Piriápolis, con una inversión de U$S 151.800, se estima que el ahorro anual sea de U$S 35.670. En Cerro Pelado, la inversión de U$S 187.800 implicará un ahorro anual de U$S 86.700, sin contar el ahorro operativo en mantenimiento y personal. Además, estas inversiones se benefician de un subsidio de UTE que devuelve alrededor de U$S 200.000 a través de las facturas mensuales.

El objetivo, se explicó, es extender esta tecnología a los centros deportivos de Aiguá, Pan de Azúcar y, finalmente, al Campus de Maldonado.